Begoña y Cristina: Bff
Hay una característica de la generación Alfa que me preocupa y me hace gracia casi en la misma proporción, me refiero al arraigado sentido de la propiedad que tienen. Me agrada en lo material pero me alarma cuando se personaliza.
El fenómeno Bff, Best Friends For Ever, (fíjense en las medallitas compartidas que lucen orgullosas sus pequeñas y sus mejores amigas ) ha alcanzado a Begoña y Cristina. La mujer del presidente del Gobierno y su colaboradora monclovita están unidas, no por una cadena sino por un centenar de mails.
Begoña y Cristina forjaron su amistad hace años en la consultora Inmark, una agencia de trabajo temporal que recibió subvenciones públicas del Gobierno de Pedro Sánchez. Álvarez, que se enfrenta a un delito de malversación, dejó el trabajo en 2007 pero en 2018, con la llegada de los Sánchez - Gómez a Moncloa es contratada por Presidencia ( Bolaños ) como directora de programas.
Álvarez, mujer de rostro triste y pluma que acongoja, pasaba la gorrilla con el mismo descaro en una empresa de IBEX que en una institución sin ánimo de lucro. Los correos que intercambió con el ex vicerrector de la Complutense, Juan Carlos Doadrio, son la evidencia de los trabajos que hacía para Gómez y el reflejo de un síntoma; el de la enfermiza cordialidad de la que hace gala sólo aquel que sabe que se lo puede permitir.
Tan malo me parece extorsionar a las empresas como que éstas pasaran por la caja de Moncloa en vez de ir a un juzgado de guardia. Interesante caso de estudio para los investigadores de COMPLIANCE y gobierno corporativo.
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