Un putero, un ladrón y un asesino
España. Verano de 2025.
Cuentan los cronistas del lugar que aquel verano las temperaturas batieron todos los récords en sus cotas máxima y mínima. El calor sofocante provocaría decenas de muertos en el país que vivía atemorizado ante la amenaza de que un nuevo apagón general dejase sin refrigeración los hogares. Los fallos en trenes y aeropuertos eran reiterados, y la incertidumbre se instaló entre los ciudadanos. La inflación ahogaba a la clase media y la desesperación se extendía sin remedio, como una balsa de aceite, alcanzando a cerca de 13 millones de personas; las que estaban en riesgo de pobreza.
El gobierno de coalición de socialistas y comunistas resistía con dificultad. Sólo el apoyo de independentistas y proetarras sostenían un gobierno manchado por una corrupción sistémica, el latrocinio y el puterío.
Tal y como puede leerse en las noticias publicadas durante aquellas jornadas aciagas, el gobierno llegó a encargar al responsable de una de las empresas beneficiadas por las mordidas los contactos con los herederos de la banda terrorista ETA. Como declaraba el jefe de la banda de asesinos, Arnaldo Otegi, este tal Antxón fue quien puso en contacto al etarra con un dirigente socialista, llamado Santos, para que Bildu y el PSOE negociaran. Santos, de apellido Cerdán, acabó con sus huesos en prisión. Fue el primero en hacerlo. Natural de la villa navarra de Milagro, Santos Cerdán era el primo listo que va de tonto y que se ha comido toda la tarta sin que nadie se aperciba de ello. Ladrón de guante blanco, cometió un error; se dejó ver demasiado. Relatan quienes le conocían que se perdió entre los excesos y la buena vida. Y claro, Koldo y Ábalos.
El Bud Spencer y Terence Hill de la época. Un tándem de ladrón y putero desbocados por una vida de lujo cutre que iban dejando rastro en paradores, hoteles y restaurantes. Koldo, aficionado a las grabaciones, lo registró todo, y no dejó encuentro, cita o conversación sin duplicar.
Sí, parece fruto de una imaginación sin límites, de una recreación maliciosa. Pero no, fue así. Hubo un tiempo en este país donde la historia la escribió un putero, un ladrón y un asesino.
Increíble pero cierto en la España del SANCHISMO, la España de 2025...
ResponderEliminarMuy certera su reflexión Sra Laviada, sólo discrepo en cuanto a la comparación con mis admirados Bud Spencer y Terence Hill. Estos buenazos tenían espiritu de Robin Hood, mientras que los personajes de su artículo se acercan más a Torrente o al Dioni por lo de putero chavacano y por lo de robar. Muchos ánimos para seguir publicando sin amedrentarse.
ResponderEliminarAsí es. Mi más sincera admiración.
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