El Congreso caramelo
El Congreso edulcorado del PP recreaba los días de vino y rosas del PSOE de antaño. Lo que no sospechaban sus dóciles dirigentes que renunciaron al debate ideológico, para echar a Sánchez, es que la decisión más importante de este congreso ya estaba tomada, y que a ellos nadie les había consultado.
Tellado, flamante General Secretario, tardó 24 horas en hacerla pública una vez concluido el cónclave. El paso dado era tan importante que ni Ester Muñoz, nueva portavoz en el Congreso, lo sabía, y antes de que lo hiciera su jefe de partido respondía con la mayor sensatez posible a la pregunta sobre un posible gobierno de coalición con VOX: “se verá cuando hablen las urnas”, dijo la leonesa.
El PP vive obsesionado por medio millón de votos. El problema es que un partido que vive, para y por, las papeletas de aquellos que no les quieren votar acaba perdiendo las de los que sí quieren hacerlo. El voto de la derecha no es un voto cautivo, ahí está VOX para demostrarlo, y posicionamientos taxativos, como el anunciado tras el congreso caramelo, puede acarrear consecuencias nefastas para sus intereses.
De momento los de Abascal se frotan las manos; sobreactúan, y explotan al máximo la baza de la inmigración irregular desmarcándose con una propuesta de deportación a lo Trump que podría afectar a 8 millones de personas. VOX sabe que la impostura popular le hace ganar votos, el PP ignora que ellos los pierden.
La operación echar a Sánchez está en marcha, de eso no hay duda, de lo que sí hay sospechas es de que los que deben protagonizarla no saben que en esta película el actor de reparto también está nominado.
En mi opinión, Rosana, el verdadero problema no es ese medio millón de votos porque está claro que son votos de la derecha sociológica.
ResponderEliminarLa clave es el reparte esos votos en escaños en el Congreso de los Diputados según la Ley D'Hont que, por cierto, ni PSOE ni PP ambos con mayorías absolutas desde 1978 han querido modificar.
Aristóteles dijo que en el término medio está la virtud. Los extremos no son buenos y tan malo es PODEMOS sólo como VOX sólo. Ambos han sido un desastre donde han gobernado y, además, se han bajado del barco allí donde estaban por puro interés electoral de partido y no por vocación de servicio al conjunto de todos los ciudadanos, los que les votan y los que no: es más fácil criticar las iniciativas de otros que crear y proponer las tuyas propias.
VOX ha demostrado que no quiere gobernar. VOX ya sólo es el chiringuito de su líder que sólo quiere foco y dinero, mucho dinero para ÉL. Santi Abascal ha vivido toda su vida del cuento y no merece llegar a ser Vicepresidente del Gobierno de España. Como tampoco lo merecían ni Pablo Iglesias ni Yolanda Díaz.
Lo bueno en democracia es que los ciudadanos, todos libres e iguales, pueden decidir con su voto el destino para su país.
Espero que Pedro Sánchez nos convoque a las urnas más pronto que tarde y que la mayoría de los españoles se pongan de acuerdo en elegir con su voto la mejor opción para la España de los próximos años.
Un saludo.