Pederastas: ¡caretas fuera!
Me sorprendo a mí misma repitiendo a mis hijos aquellas frases que mi madre nos decía a mí y a mis hermanos y que prometí no heredar como parte de mi repertorio materno. ¡ No sabéis la suerte que tenéis! , ¡sois unos afortunados! ¡hay niños de vuestra edad que no tienen tanta suerte ! ¡ valorad las cosas que tenéis y otros niños no! No hace demasiados días, mi hijo pequeño que ahora tiene 10 años, me preguntó por qué somos lo que somos y por qué quiénes somos y no otra persona. Mamá, ¿por qué no somos leones o pájaros?, mamá, ¿por qué he nacido en esta familia? No supe qué responder, a pesar de mis creencias, mi educación y mi ignorancia ante la cuestión existencial infantil.
En la película “Las chicas de la estación”, dirigida por Juana Macías, se cuentan las historias de varios niños de la edad de los míos que desde el día que nacen ya tienen escrita la historia de su vida. Miles de niños y niñas que han tenido la mala suerte de nacer en una familia y no en otra. Son vidas reales de pequeños abusados, violados, maltratados, vendidos o, simplemente, abandonados a su suerte. El problema surge cuando a su rescate acuden unas instituciones que, lejos de salvarles, acaban de estrangularles.
“Las chicas de la estación” está basada en los hechos que relatan las niñas acogidas por los servicios sociales en Palma, y que acabaron en redes de prostitución silenciadas por las mismas instituciones que debían protegerles. Las chicas de la estación de Palma, los niños de la plaza de Valencia, los del parque de Barcelona, la calle Bilbao o la rotonda de Madrid. Son todos los mismos.
No soporto la falsa decepción de quiénes se hacen los sorprendidos ante estos casos, ni la demagogia de los que se echan las manos a la cabeza y luego niegan comisiones de investigación en los parlamentos. Hace tiempo que mi paciencia se agotó ante los que enarbolan la bandera de la igualdad y prefieren mirar a otro lado.
El caso de la niña tutelada de 12 años, abusada y prostituida en Barcelona por un pederasta que ya lo era desde hacía años en Valencia, debería provocar una sucesión de dimisiones en el arco parlamentario más dialogante de Cataluña. Pero no, no pasará nada como sucedió en Palma y Valencia.
Buenas tardes Rosana:
ResponderEliminarSi te sirve de ayuda, con pre-adolescentes hay 3 frases comodín que nunca fallan para responder a las preguntas de metafísica y de otra dimensión que suelen hacer todos los niños: 1) Porque las cosas son así y no hay que darle más vueltas; 2) Porque las cosas pasan y hay que asumirlo; 3) Cuando seas mayor, lo entenderás todo mucho mejor (aunque en realidad no sea así, no conviene traumatizar al niño).
Niños pequeños, problemas pequeños; niños grandes, problemas grandes: así es la vida...
Un saludo cordial y mucha suerte con los peques porque la adolescencia es un mundo apasionante y lleno de emociones fuertes...