El miedo
Isabel Pardo de Vera, ex presidenta de ADIF, dice que tiene miedo de este mundo. Lo dijo en el Senado en un microsegundo de dignidad que se diluyó cuando añadió que no reconoce lo que está pasando en este país. El corrosivo senador Miranda ha conseguido elevar el interrogatorio a la categoría de subgénero cinematográfico; preguntas acertadas y tempo perfecto, - por personas como usted es por lo que prefiero declarar en sede judicial -, dice la compareciente interrumpiendo su propio silencio, - por personas como usted tenemos Jessicas cobrando sin ir a trabajar -, responde el senador.
A la tesis del miedo se ha abonado, también, Alejando Hamley, Alex para Leire. Prófugo de la justicia, imputado en la trama de Hidrocarburos, el empresario al que Leire Díez prometió un fiscal a cambio de información para hundir la UCO, dice que mintió cuando ofreció a la fontanera y cia. material para acabar con Balas…y con quien hiciese falta.
Suele decirse que el miedo es libre y, en este caso, no resto un ápice de sinceridad a la emoción que Pardo de Vera y Hamley comparten con Aldama. El comisionista de la trama tiene motivos acreditados para temer por su vida; uno escucha a Leire, y se le eriza el vello— eso podría crear un problema sumamente grave y que se llegue a donde nadie quiere que se llegue, ni a nadie le interesa que se llegue -, le advertía al comandante Rubén Villalba, otro miembro con galones de la cloaca.
Mientras tanto, el fontanero de La Moncloa observa los acontecimientos. Pedro Sánchez no dice nada pero su rostro lo dice todo. Da miedo.
Estupenda reflexión, Rosana, y muy resumidas y didáctica, teniendo en cuenta el panorama general de la actualidad de las últimas semanas.
ResponderEliminarEsta generación, además de ser la más psicoanalizada de la historia, también es la más psiconarcotizada de todos los tiempos.
Como todo en la vida, tanto fármaco siempre tiene ventajas e inconvenientes. La ventaja principal es que te ayudan a sanar cuando de verdad lo necesitas siempre que un profesional te prescriba la dosis adecuada en cada caso. El inconveniente, es que pueden hacer sentirte como si no estuvieras en el mundo real cuando sigues formando parte de él.
Quizás estemos viviendo tiempos de sobredosis de gestión emocional, pero lo cierto es que las emociones siempre han estado y seguirán estando ahí mientras el ser humano siga en este mundo. ¿Y el miedo? Pues solamente es una emoción más que se vive cuando la situación que nos rodea así lo requiere.
Y toda esta gente que mencionas en el texto, más el señor enfermo de la foto, es normal que sientan el miedo porque el carrusel judicial que les viene por delante es realmente aterrador para cada uno de ellos en su situación particular. Al tiempo...
Un abrazo, Rosana.