Alejandro, a calzón quitao
Alejandro Fernández, el presidente del PP catalán, es un político particular. Su forma de hablar no se corresponde con su imagen y cuando lo hace, los sables que salen de su boca son tan certeros que ni te enteras de que los ha clavado dejándote sin posibilidad de reacción.
En parte, pero sólo en parte, es lo que hace en su libro A Calzón Quitao. España, Cataluña y el PP (La Esfera de los Libros). Un conjunto de reflexiones políticas sobre Cataluña, la Nación española y el PP catalán desde la experiencia de quien lo dirige desde hace 6 años y es afiliado desde hace treinta; “…se ha probado de todo y nada ha funcionado, se tendrá que reconocer que estamos ante un problema estructural que nunca nadie ha querido o podido abordar adecuadamente…”, escribe Fernández sobre la formación en Cataluña a la que compara con la vasca refiriéndose a las dos como trituradoras de líderes.
Alejandro Fernández recuerda con nostalgia a todos los líderes que fueron y se vieron obligados a marchar, sin descartar que su destino vaya a ser el mismo, - “llevo bailando breakdance en el alambre desde que fui elegido presidente del PP de Cataluña en primarias”-. Y si se trata de hacer equilibrismo, lo hace a ciegas y sin red cuando se refiere a la Dirección Nacional de su partido,
-“lo impone todo, candidaturas, mensajes, proyecto. Si sale bien es gracias a su genialidad . Si sale mal es culpa del tutelado”-.
Casado, Soraya y Cayetana
Uno de los capítulos más graves que recuerda el político catalán en su libro tiene que ver con un episodio de mobbing político que se produjo en las elecciones autonómicas de 2021, y que afectó a su secretario general, Daniel Serrano, víctima de una denuncia falsa por violación, -“…todos tuvimos clarísimo, desde el minuto uno, que también perseguía asestarme a mí un golpe mortal a pocas semanas de las elecciones …todos tenemos clarísimo quién urdió dicha conspiración, aunque acusar sin pruebas no forma parte de mi manera de entender la política”. El autor aprovecha para recordar que Serrano todavía no ha sido restituido en sus cargos.
Toque de atención a la dirección actual del partido tras pasar por las lideradas por Rajoy y Casado, de las cuales Alejandro Fernández guardará buenos recuerdos, aunque estos no sean los que más nos interesen.
Firme defensor de la aplicación plena del artículo 155, el presidente del PP catalán cuenta cómo fue llamado a Moncloa por Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del gobierno, para recabar su opinión sobre los acontecimientos previos al golpe del ´17, “ creemos que al estar en las trincheras te falta un poco de perspectiva”, fueron las palabras de Soraya, a lo que Alejandro contestaría esbozando una sonrisa, “mucho me temo, queridos amigos, que en este asunto es exactamente al revés, sólo desde la trinchera se tiene la perspectiva correcta”.
Sáenz de Santamaría perdería el congreso por el liderazgo del PP que ganaría Pablo Casado al que Fernandez apoyó sin fisuras aunque luego se viese apartado: “poco a poco se fue distanciando de las personas que lo habíamos apoyado en su sorprendente y meritoria victoria en las primarias… prefirió configurar un equipo distinto que , dicho sea de paso, fue el mismo que no pestañeó ni medio segundo para defenestrarlo veinticuatro horas después de hacerle la pelota era el Comité de Dirección, en plena pugna con Isabel Díaz Ayuso”.
Cayetana Álvarez de Toledo, su ascenso y su defenestración en el PP de Casado, y en Cataluña, merece otro libro. Fernández aporta de su paso por el PP catalán la persecución que padeció la diputada, ex portavoz de la formación en el Congreso. El prólogo corre a su cargo, - No se bajen los pantalones - título que se complementa a la perfección con la arremetida alejandrina, y en donde, como resumen del personaje que introduce, me quedo con una frase: “Alejandro ha comprendido que sin verdad no hay democracia
Amo a Cayetana
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