MEMA, explícaselo a María
¿Por qué siendo España una referencia en investigación médica está a la cola en la incorporación de los fármacos a la Seguridad Social?
En los últimos días hemos conocido varios casos de tratamientos para enfermedades graves y raras cuya financiación ha sido rechazada. Las familias de los pacientes menores de edad y los propios enfermos, cansados de esperar, han decidido denunciar la situación ante el ministerio de Sanidad que dirige Mónica García. Así lo hicieron las mujeres que padecen cáncer metastásico de mama, a finales del año pasado, más recientemente, los padres de niños que sufren una leucemia linfoblástica aguda.
En España se diagnostica este tipo de leucemia a cerca de 350 niños al año. Sin embargo, el fármaco que ya se distribuye en la mayoría de países de nuestro entorno, el Blinatumomab, lleva ocho años paralizado en la Comisión Interministerial de Precio de los Medicamentos. La única salida que encuentran estas familias es recurrir a la vía de urgencia de adquisición de fármaco extranjero y, lo más contradictorio, es que a muchos de los solicitantes les aceptan esta solicitud.
Mónica García, ministra de Sanidad, justifica su decisión por la “racionalización del gasto”, una explicación que contrasta con el reciente anuncio de donación a la OMS de 60 millones de euros. En unas recientes declaraciones, la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid (CAM), Fátima Matute, aseguró que con esta inversión en nuestro sistema nacional de salud se podría tratar a 700 enfermos de cáncer; “la ministra adolece de una falta de gestión, de una falta de principios y de una pulsión sectaria que la alejan de la realidad y no le permiten pensar ni siquiera como profesional sanitaria”, dijo la consejera madrileña.
En la polémica ha entrado de lleno Isabel Díaz Ayuso que acusa a la ministra de “no querer financiar el fármaco” perjudicando a las familias y a la sanidad pública. García, en su cuenta en X, acusa a la presidenta madrileña de mentir; “este medicamento ya se está comprando en hospitales y administrando a quien lo necesita. La decisión fue en 2017 bajo un gobierno del PP”.
La burocracia mata
España es líder en investigación médica -sólo en 2024 se autorizaron 930 ensayos de los que 330 estuvieron centrados en investigaciones oncológicas- pero está a la cola en el tiempo que tarda un fármaco en ser administrado desde que es aprobado. De media en Europa este plazo es de 661 días, en España el plazo se amplía hasta 735 días, en EEUU el tiempo se reduce hasta 331 días.
En el año 2022, la consejería madrileña de Sanidad dirigida por Enrique Ruiz Escudero remitió una propuesta a la, por aquel entonces ministra del ramo Carolina Darias, que buscaba reducir el tiempo de incorporación de nuevos medicamentos a la Seguridad Social. El proyecto consistía en un plan integral de creación de nuevas rutinas y operativas más ágiles destinadas a reducir el tiempo. La propuesta fue ignorada.
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